Mito 10 Los adultos mayores no pueden hacer deporte
Estamos muy acostumbrados a ver imágenes que representan a las personas mayores como seres débiles y con poca masa muscular, como si fueran pacientes dentro de un hospital. Es normal que los seres humanos solamos recordar más lo negativo que lo positivo y por ello se nos olvida que diariamente vemos personas mayores con excelente condición física.
Se nos olvida que diariamente vemos personas mayores con excelente condición física
Si bien, es un realidad que conforme envejecemos la masa muscular puede disminuir más fácilmente que cuando éramos más jóvenes y que también se presentan cambios en los huesos y las articulaciones que podrían disminuir la movilidad, lo que se tiene que enfatizar es que estos cambios no impiden la capacidad de realizar actividad física, ni la capacidad de generar nueva masa muscular.
Como mencionamos, las representaciones más comunes de los adultos mayores en las películas y series son como personas muy delgadas, que se cansan fácilmente y que para moverse necesitan bastones o andaderas. Esto se ha vuelto parte del inconsciente colectivo y de la imagen estereotipada del envejecimiento en general.
Para contrarrestar esto, es vital que comencemos a entender que la forma de envejecer es diferente en cada persona y que la actividad física regular es el principal determinante para lograr un envejecimiento saludable. De esta manera evitamos caer en un estado de deterioro progesivo guiado por esta visión viejista (discriminatoria) de los adultos mayores.
La actividad física regular es el principal determinante para lograr un envejecimiento saludable
Hoy en día, están al alcance de nuestras manos incontables ejemplos de gimnastas, fisicoculturistas, ciclistas, atletas de alto rendimiento y deportistas casuales que son adultos mayores y que nos muestran día con día cómo es posible mantener un envejecimiento saludable, inclusive décadas después de haber pasados los 60 años.
De hecho, este ha sido un objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde hace más de 20 años: “Optimizar las oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de la vida”.
A raíz de este objetivo, se han desarrollado y publicado cientos de estudios en todo el mundo que demuestran que manteniendo el cuerpo en movimiento y haciendo ejercicio de manera regular, se previene la discapacidad que de otra manera se podría presentar a edades avanzadas. A través de esos estudios se ha demostrado consistentemente que el entrenamiento físico y la movilidad tienen beneficios permanentes en los adultos mayores, tales como incrementos en resistencia cardiopulmonar, resistencia músculo esquelética, fuerza, movilidad y coordinación. Todo ello se traduce en una mayor sensación de energía y bienestar durante el día, al tiempo que incrementan la velocidad de respuesta a los estímulos y los tiempos de reacción, permitiendo mayor adaptación a las situaciones cotidianas y en general tener una mejor capacidad de respuesta ante cualquier enfermedad.
El fin último entonces, siguiendo los lineamientos que propone la OMS, es que TODAS las personas mayores realicen actividad física con regularidad. Esto quiere decir que realicen 20 a 30 minutos de ejercicio leve a moderado 5 a 7 días por semana, o de 30 a 45 minutos de ejercicio moderado a intenso 3 a 5 veces por semana. Adicionalmente, se debe hacer hincapié en mantener un equilibrio funcional y en entrenar gradualmente la fuerza muscular, empezando con ejercicios leves e incrementando la intensidad poco a poco. La intención es mejorar la capacidad funcional global y prevenir las caídas.
Ahora bien, esto no siempre es tan fácil de realizar porque pueden haber lesiones antiguas o dolores articulares actuales (osteoartritis), así como alguna enfermedad crónica (hipertensión, insuficiencia cardiaca, EPOC) que puedan limitar la capacidad de realizar actividad física en las personas mayores de 60 años. Por ello es fundamental comenzar con una valoración integral de salud y considerar el apoyo de un médico especializado en Medicina del Deporte, Medicina de Rehabilitación o Rehabilitación Cardiaca para que se les pueda indicar una prescripción de ejercicio adaptada a sus capacidades y necesidades. Sin embargo, no hay indicación alguna para mantenerse sedentarios. Hay que buscar incrementar nuestra actividad física, pues es, sin lugar a dudas, la mejor medicina que se le puede dar al cuerpo humano.
Nunca es tarde para comenzar y no olviden que hay cada vez más adultos mayores capaces de hacer TODO tipo de ejercicio, desde correr maratones y triatlones, hasta actividades muy complejas y que requieren entrenamiento, como gimnasia artística, bucear, escalar o inclusive fisicoculturismo, pasando por cualquier cantidad de actividades más cotidianas como levantamiento de pesas, baile de salón, aeróbics, yoga, tai chi y deportes más organizados como fútbol, tenis, basquetbol, golf y natación. La meta, como sociedad, deberá ser dejar de sorprendernos cuando vemos a algún adulto mayor realizar este tipo de actividades.
Sobre la autora:
La Dra. Corina Ortega Ortiz es geriatra certificada, egresada del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y Médico Tratante de Lyptus Medical.
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Fuentes:
World Health Organization: WHO. Actividad física. Who.int. Published October 5, 2022. Accessed March 27, 2023. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/physical-activity
Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores: INAPAM. Beneficios de la actividad física en los adultos mayores. gob.mx. Published July 18, 2018. Accessed March 27, 2023. https://www.gob.mx/inapam/articulos/beneficios-de-la-actividad-fisica-en-los-adultos-mayores?idiom=es
.Organización Mundial de la Salud: OMS. INFORME MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO Y LA SALUD.; 2015. Accessed March 27, 2023. http://inger.gob.mx/pluginfile.php/1682/mod_resource/content/19/Repositorio_Cursos/Archivos/Alzheimer/MODULO_I/UNIDAD_2/Informe.pdf