Mito 2: Los adultos mayores tienen mala memoria


  • 11/02/2023
  • Artículos
  • Dr. Alberto Agustín Palacios García

Sin duda, uno de los mitos más frecuentes en Geriatría es considerar “normal” perder la memoria cuando envejecemos. Para empezar, debemos ser enfáticos en señalar que los adultos mayores no tienen peor memoria que sus contrapartes jóvenes. De hecho, suelen tener mejor memoria que cuando eran más jóvenes porque en estas edades decimos que el cerebro tiende a “cristalizar” los recuerdos. Esto quiere decir que los vuelve más nítidos de lo que eran antes. Por este motivo, nuestra memoria de vida, o memoria autobiográfica, es mucho más detallada y clara de lo que era cuando éramos jóvenes.


Los adultos mayores no tienen peor memoria que sus contrapartes jóvenes.


A grandes rasgos, la memoria se divide en dos grandes tipos, la de corto plazo y la de largo plazo. La de corto plazo es aquella que permanece en nuestra mente por tan sólo algunos minutos a horas y, se almacena de manera selectiva muchas veces conscientemente (haciendo un esfuerzo intencionado por repetir y comprender algo, hasta aprenderlo), pero también inconscientemente (favorecido principalmente por la intensidad de la emoción - felicidad, sorpresa, miedo, tristeza, enojo o asco - que sentimos en ese momento). 


Por su parte, la memoria de largo plazo es aquella que se almacena durante meses o años y forma parte de nuestro acervo de conocimiento o experiencias de vida. Ésta únicamente se crea cuando hay la oportunidad de hacer un esfuerzo consciente por recordarlo o cuando la experiencia está asociada a una emoción fuerte (positiva o negativa). Normalmente este tipo de memoria no se afecta con la edad avanzada, pero sí puede afectarse por trastornos del sueño (insomnio o sueño no reparador), ya que las memorias se codifican en la región de la memoria de largo plazo durante el sueño profundo, cada noche.


Ahora bien, la percepción de pérdida de la memoria se debe a dos fenómenos: desatención y velocidad de procesamiento de información


Primero, los adultos mayores tienden a presentar desatención, es decir, son más proclives a sufrir distracciones, comparados con los adultos más jóvenes. El proceso de almacenamiento de la memoria de corto plazo depende completamente de nuestra capacidad de mantener la concentración en el elemento que estamos tratando de recordar. Por lo tanto, debido a la desatención, los recuerdos inmediatos simplemente no se forman, pues las personas mayores no registran lo que están haciendo en ese momento. Por ello, pareciera que tienen olvidos frecuentes, pero la memoria en realidad permanece intacta. 


Sin embargo, la desatención puede ocurrir a cualquier edad. A final de cuentas, es el principio en el que se basan los magos para hacer sus trucos. Todos lo hemos experimentado en algún momento. Para evitar caer en desatención, los adultos mayores deben hacer un mayor esfuerzo por concentrarse en lo que están haciendo y en aquello que desean aprender. 


Pareciera que tienen olvidos frecuentes, pero la memoria en realidad permanece intacta. 


Segundo, los adultos mayores tienden a presentar una reducción ligera en su velocidad de procesamiento de la información, en comparación con cuando eran más jóvenes. Esto se traduce en que puedan tardar un poco más de tiempo en aprender información nueva o en realizar un cálculo o en razonar una idea muy compleja que cuando eran más jóvenes. La manera en que más comúnmente se manifiesta este fenómeno es en la dificultad para realizar múltiples tareas simultáneas. Debido a la reducción en la velocidad de procesamiento, los adultos mayores pueden equivocarse inclusive al realizar tareas relativamente simples si hace varias al mismo tiempo. Estos titubeos pueden generar la impresión de “haber olvidado” cómo hacer algo pero, de nueva cuenta, la memoria permanece intacta. Para superar la reducción en velocidad para procesar información, la solución es concentrarse adecuadamente y realizar las actividades con calma. 


La solución es concentrarse adecuadamente y realizar las actividades con calma. 


En conclusión, no es común que los adultos mayores presenten problemas de memoria al envejecer, pero sí pueden tender a distraerse con mayor facilidad y a tardar más tiempo para aprender cosas nuevas, para realizar múltiples actividades simultáneas o para realizar tareas complejas. Sin embargo, con paciencia y con tranquilidad pueden realizar cualquier actividad igual de bien que antes. 


Sobre el Autor

El Dr. Alberto Agustín Palacios García es Geriatra Certificado egresado del Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, académico del Tecnológico de Monterrey y de la Academia AMIR México, así como Director Médico de las startup de salud digital para adultos mayores, Lyptus Medical. https://www.linkedin.com/in/drchippalacios/


Fuentes


  1. Véliz M, Riffo B, Arancibia B. Envejecimiento cognitivo y procesamiento del lenguaje: cuestiones relevantes. RLA Revista de lingüística teórica y aplicada. 2010;48(1). doi:10.4067/s0718-48832010000100005
  2. Henry JD, Grainger SA, von Hippel W. Determinants of Social Cognitive Aging: Predicting Resilience and Risk. Annual Review of Psychology. 2022;74(1). doi:10.1146/annurev-psych-033020-121832
  3. Erickson KI, Donofry SD, Sewell KR, Brown BM, Stillman CM. Cognitive Aging and the Promise of Physical Activity. Annual Review of Clinical Psychology. 2022;18(1). doi:10.1146/annurev-clinpsy-072720-014213


WhatsApp